Se
están celebrando en Talavera de la Reina, y en estos días, las Mondas, una fiesta no solo local sino
comarcal, dado que participan los pueblos periféricos de la zona. La traigo a
colación por ser fiesta de Interés Turístico Nacional y por ser la fiesta más
antigua de España. Ya se celebraba en tiempos de Roma y hasta hoy nos llega la
tradición, ajustándose a medida que evolucionaban las épocas históricas: un
testimonio de XVI siglos de permanencia.
En
principio, naturalmente, era un festejo pagano, que se resume en las ofrendas
de la ciudad y de la comarca a la diosa de la agricultura: Ceres.
Caracterizan
a esta fiesta cuatro carrozas históricas: la primera celebra a la diosa Ceres,
y a la boda de su hija Proserpina con Plutón. Se le ofrecen dulces hechos con
harina de cereales y adornados con flores y frutos. La segunda, ya en época
visigótica, se cristianiza para dedicar las ofrendas a la Virgen del Prado,
hecho que se le debe a Liuva II, año 602 de nuestra era, que dona la imagen,
merced a la ayuda que le prestaron los naturales contra las sublevaciones de
los arrianos. Ya en 1602 se construye la
primera ermita dedicada a la Virgen, que sustituyó al santuario de la diosa
Ceres. En esta ocasión la fiesta celebraba los Desposorios de la Virgen con San
José (hoy desaparecido de la liturgia cristiana). La tercera carroza simboliza
el dolor: la peste que se enseñoreó por Europa asoló a Talavera en 1507 y el
Ayuntamiento de la villa se ausentó y fijo su residencia provisional en el
pueblo cercano de Gamonal. Ante este suceso, ayuntamiento y clérigos hacen voto
solemne de celebrar a la Virgen si los salvaba de la epidemia. Transcurría el
año de 1515. La cuarta carroza, la de la Hermandad de los Caballeros de la
Virgen del Prado, Talavera participa sin orden ni coincidencia, sin ajustarse
en principio a normas establecidas.
Engalanar los caballos, correr los toros y lucir colores en competencia
desigual era, y es, su forma de participar. Fue entonces, durante esta Hermandad, cuando
Talavera uniforma el colorido y decide adoptar el blanco y el azul como los colores emblemáticos de su
enseña, los de su símbolo, los de su bandera.
Pero
además, en estos días, la fiesta reúne a los alcaldes y vecinos de todos los
pueblos de Talavera, que ofrecen sus propias mondas y carretas; a grupos
folklóricos de toda España, que animan con danza y música en su recorrido por
la ciudad. El colofón lo pone el pueblo de Gamonal con el desfile de su Carrito
de Mondas, tirado por dos carneros y colmado de romero.
Y
hoy, como ayer, el alcalde de Talavera entrega su bastón de mando al alcalde
más antiguo de los participantes, y éste preside los actos de ese año.
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