Ahora que el músculo se despabila y la sensibilidad reverdece con la llegada de la primavera, yo, al menos yo, voy a cambiar algunas de mis normas para mejorar mi calidad de vida. Porque eso es lo que quiere la gente, calidad de vida, que es algo que no depende necesariamente del dinero, aunque reconozco que a todos nos viene bien una cierta solvencia que nos permita no deberle dinero al mendigo. De las máximas escritas que tengo, allá van algunas que yo considero útiles para sentirnos bien con la vida.
1. Procurar que siempre nos acompañe un conocido en el camino que va de la cuna a la tumba.
2. Necesitar que el portal de casa huela a las mismas cosas que olía en tiempos de las abuelas.
3. Seremos felices cuando advirtamos que en la primavera no cabe el campo en el paisaje.
4. Viviremos mejor si no notamos que al freírse los pimientos en la sartén, no huelen a pescado.
5. A mí particularmente me gustaría que mis funerales me los dijeran en el idioma en que me parieron.
6. Procuremos que de entre tanta gente con la que hemos vivido, sepamos que en los momentos más amargos de nuestra vida siempre nos den una llave que abra una puerta.
7. En los momentos de nostalgia saber que en el mundo que nos rodea lo conocemos tan bien que podríamos conducir mirando la carretera por el retrovisor.
8. Que no nos sea necesario saber inglés para poder comer en el restaurante de la esquina.
9. Suena raro, pero calidad de vida la hay cuando en el velatorio de la esposa un buen amigo le da juntos el pésame y los resultados de los partidos de fútbol.
10. Y calidad de vida es que en la agonía no tengan que presentarnos a nuestros hijos.
Yo añadiría que mi calidad de vida es la no necesidad de necesidad en la no utopía.
ResponderEliminar¡Dios, que he dicho...!
Jacobo, como soy muy normalito, enterarme no me he enterado, pero a lo mejor me llega eso de: ¿quedarte con lo puesto?, ¿viajar sin equipaje?, ¿necesitar sólo la palabra?, ¿no necesitar ni lo necesario?
ResponderEliminarYo también me he liado.