Datos personales

Mi foto
Talavera de la Reina, Toledo, Spain

Wikipedia

Resultados de la búsqueda

07 octubre 2021

OTOÑO


Está con nosotros antes de su tiempo. Siempre. Antes  de su llegada, ya lo percibimos. Viene con la vendimia, con las hojas secas, con los bosques coloreados por Claudio de Lorena (Le Lorrain, “el lorenés”) que, observando su pintura, uno se lo imagina manchando el lienzo con rojos, sienas y amarillos, allí donde fue la verdura de las frondas. El sol, como nos tiene acostumbrados en estos primeros días, se cubre con un tul de fino carmín antes de trasponer a las espaldas del Burcio palpando en su ceguera las escarpaduras y el verde mate de los olivares. Y las neblinas matinales que se tienden sobre Alcudia, son celajes que han aprendido de Turner para envolver sus encinares.

Las primeras hojas que caen son las del abedul; ya empezaron a desnudarse los ejemplares del parque de la Alameda, entre lagos y patos y caminos hacia el inmediato río Tajo. Sus hojas son como monedas doradas que el viento recibe sin asombro.

En otoño se vendimia y se recogen las últimas cosechas. Nos vuelve más sensibles, más pensantes, más espirituales. Cuando la tarde cae, una mano fría parece posarse en nuestra espalda. El aire nos trae aromas nunca usados y hasta las fuentes conversan con voces diferentes. El otoño guarda el secreto de ejercer de verdugo de la única muerte bella, pues tras embellecer a la Naturaleza, la desnuda y la ajusticia.

Hay una leyenda medieval que trata de un peregrino que creyó haber descubierto el secreto del otoño, y lo había puesto en verso. Dicen que cabalgaba por la selva germánica, cantaba su canción con un laúd y todos los árboles que lo oían, creyendo llegadas las jornadas autumnales, se despojaban de sus hojas y se arracimaban en las patas del caballo de este trovador.

Como es habitual, una amiga de la casa nos traerá dentro de pocos días un canasto a tope de membrillos. Ya los echo de menos, me los están reclamando Virgilio, Homero, Marco Polo, Rostand. Los dispongo con preferencia entre ellos, que supongo que les gusta el aroma del membrillo. Lo digo porque el aroma membrillero es el aroma de la madurez.

En otoño se sueña de otro modo, porque se sueñan memorias de días idos. Los días venideros se sueñan en abril.

 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario