Un día nuestro insigne paisano, Vicente Romano
García, me preguntó en el portal de su puerta, tan cercana a la mía, que si
había leído las llamadas “Coplas de la Panadera”. Le contesté que no, pero
tenía referencias de ellas y de otras, leídas a Juan Goytisolo en su libro
“Carajicomedia”, además de ser citadas en el “Romancero español”, donde de vez
en cuando me entretengo en su lectura.
De Vicente Romano, que
intelectualmente nadie discute su alto rango, me es muy difícil no recordarlo
por cuanto paso con frecuencia por su puerta, cerrada con encono; por las
charlas, generalmente políticas, que ha mantenido con mi padre en mi casa a quien
solía visitar, y por algunos consejos que he recibido de él, todos sobre
literatura.
Por todo, me acordé reciente
de “Coplas de la Panadera”, compuestas, al parecer, por Juan de Mena, poeta de
la corte de Juan II de Castilla, y me hice con un ejemplar.
Lo que me sorprendió
nada más abrir el librito (75 páginas) fue que leí que la edición, prólogo y
notas son de nuestro paisano Vicente Romano García, quien creo que me ocultó
este dato por pura modestia, y que yo ahora descubro y agradezco, agrandando en
mi estima a la figura de nuestro intelectual por su recomendación, y por callar
la autoría de la edición de esta breve obra tan valiosa para los lectores de
Historia.
Sirvan estas líneas
para quien estuviera interesado en la recopilación de las obras de nuestro
Vicente, que “Coplas de la Panadera” es una más que hay que tener y leer,
máxime cuando se aparta de su contenido universitario, pues explora en la
Historia de España del siglo XV un rincón único y esencial, como fue la Batalla
de Olmedo.
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